La auditoría y la relación con el cliente
La auditoría y la relación con el cliente
El día a día del trabajo de auditoria nos lleva a descuidar uno de los aspectos más importantes de nuestra profesión: la relación con el cliente.
La auditoría financiera consiste en un examen independiente de los registros contables y estados financieros de una organización, de tal manera que estos expresen una imagen fiel y estén preparados de acuerdo con las normas contables y los requisitos reglamentarios aplicables. En este contexto, en ocasiones, el cliente percibe al auditor como una amenaza, un “externo a la empresa en busca de errores” cometidos por personal del departamento contable/financiero; nada más lejos de la realidad y por este motivo, en este artículo me gustaría resaltar la relevancia de la relación con el cliente a lo largo del proceso de auditoría, así como el valor añadido que nuestro trabajo puede aportar, sin descuidar en ningún momento la normativa aplicable a nuestra profesión, así como nuestras propias políticas internas en materia de independencia.
En primer lugar, es importante transmitir a los miembros de los equipos de auditoría, que nuestra profesión no se limita a la mera revisión de archivos, datos, documentos y la emisión de un informe en la que se expresa una opinión sobre los estados financieros, sino que va más allá, siendo relevante entablar una buena comunicación con el cliente que ayude a que la auditoría transcurra de una manera más fluida, centrándonos en los siguientes aspectos:
Desde el punto de vista de la auditoría, se podría entender como la relevancia de transmitir al cliente que una auditoria de los estados financieros supone un conjunto de beneficios para las empresas, entre los que destacan los siguientes:
En conclusión, es importante fomentar entre los equipos de auditoria la importancia de la relación con el cliente, entendiéndose ésta como una comunicación fluida, clara y constante con los órganos de dirección de la Sociedad, trasladándole los hallazgos, recomendaciones y debilidades identificados durante el transcurso de la realización de nuestro del trabajo. Así mismo, es importante comunicar a la Dirección de la Sociedad que la auditoria incrementa el grado de fiabilidad de los registros contables de la Sociedad, que a su vez son la base para la toma de decisiones internas de inversión o expansión del negocio, de tal forma que no debe de concebirse como un mero formalismo o cumplimiento legislativo.
En primer lugar, es importante transmitir a los miembros de los equipos de auditoría, que nuestra profesión no se limita a la mera revisión de archivos, datos, documentos y la emisión de un informe en la que se expresa una opinión sobre los estados financieros, sino que va más allá, siendo relevante entablar una buena comunicación con el cliente que ayude a que la auditoría transcurra de una manera más fluida, centrándonos en los siguientes aspectos:
I Demostrar profesionalidad y competencias
en la realización de los trabajos, dado nuestro amplío conocimiento y experiencia en sectores diversos, así como la dedicación a la formación y la constante actualización en normativas y leyes aplicables que surgen de manera recurrenteII Comunicación abierta con el cliente, de tal manera que:
Sepamos transmitir el alcance de la auditoria y cuáles son los objetivos de ésta y comuniquemos los hallazgos y recomendaciones identificados durante la realización del trabajo y que la información se transmita de manera fluida y clara a la Dirección financiera de las empresas o al comité de auditoría,III Transmitir a la Dirección financiera de la Sociedad
Que la auditoria aporta un importante valor añadido a la empresa. En relación con este último punto se nos plantea la siguiente cuestión, ¿Qué se entiende por aportación de valor?Desde el punto de vista de la auditoría, se podría entender como la relevancia de transmitir al cliente que una auditoria de los estados financieros supone un conjunto de beneficios para las empresas, entre los que destacan los siguientes:
- Ayuda a mejorar los controles internos de la sociedad, dado que durante el proceso de auditoria el análisis de los controles internos es un aspecto crucial para garantizar la confiabilidad de los estados financieros. El equipo de auditoría evalúa el diseño y la eficacia del sistema de control interno de una organización para identificar debilidades o deficiencias que puedan afectar a la precisión de estados financieros. Para ello, los equipos de auditoría revisan las políticas y procedimientos, prueban actividades de control y entrevistan al personal clave de la Sociedad;
- Mejora la calidad de los registros contables a través de la comunicación al cliente de la identificación de posibles debilidades y puntos de mejora,
- Detecta fallos, errores u omisiones de información en las cuentas anuales que ayudan a su posterior corrección y a tener en consideración de cara al futuro;
- Permite conocer el estado patrimonial de la empresa
- Permite al cliente tener acceso a una actualización permanente respecto a cambios normativos en materia contable y financiera.
- Por último, puede ayudar a detectar posibles situaciones de fraude, aunque este último aspecto no es el objetivo principal de una auditoria financiera.
En conclusión, es importante fomentar entre los equipos de auditoria la importancia de la relación con el cliente, entendiéndose ésta como una comunicación fluida, clara y constante con los órganos de dirección de la Sociedad, trasladándole los hallazgos, recomendaciones y debilidades identificados durante el transcurso de la realización de nuestro del trabajo. Así mismo, es importante comunicar a la Dirección de la Sociedad que la auditoria incrementa el grado de fiabilidad de los registros contables de la Sociedad, que a su vez son la base para la toma de decisiones internas de inversión o expansión del negocio, de tal forma que no debe de concebirse como un mero formalismo o cumplimiento legislativo.