Auditoría de existencias: La importancia de los inventarios en el proceso de auditoría

Con la llegada de diciembre, llega también el cierre contable de muchas empresas. Dentro de las áreas que tienen especial relevancia para el auditor una de ellas es el área de existencias, dado que en los clientes que tienen este epígrafe en el balance, suele ser muy significativo al ser al final el corazón del negocio.
 
El área de existencias tiene como principales riesgos para el auditor la “existencia” (esto es, que el valor monetario que tiene registrado en el balance realmente tenga un soporte tangible) y “la valoración”, que viene a ser que el inventario registrado a su precio de coste no tenga indicios de deterioro que lleven a una posterior depreciación.

Para validar el primer riesgo, existen diferentes pruebas, como la revisión de facturas u otra documentación soporte y ver que está coincide con los registros contables, pero la principal prueba y la más importante es la toma de inventario físico a la fecha o en fechas próximas al cierre, preferentemente asistir al recuento realizado por la sociedad.

Según dicta la NIA-501, si las existencias son materiales para los estados financieros, el auditor debería obtener evidencia de auditoría suficiente y adecuada con respecto a su realidad y a su estado mediante la asistencia al recuento físico de existencias, salvo que no sea factible.
En este recuento, el auditor deberá realizar procesos relacionados con:
  • Evaluar las instrucciones y los procedimientos de la dirección relativos al registro y control de los resultados del recuento físico de las existencias de la entidad.
  • Observar la aplicación de los procedimientos de recuento de la dirección;
  • Inspeccionar las existencias una vez este allí
  • realizar las pruebas de recuento pertinentes.
Los dos primeros puntos están ligados con el entendimiento de control interno de la sociedad. Es clave entender el sistema de control interno que tiene la sociedad relacionado con su stock, entendiendo si la sociedad realiza por ejemplo inventarios periódicos y va dejando una evidencia de ellos (como en hojas de recuento físico utilizadas), si dentro de su propio espacio, tiene bien identificado qué existencias están dañadas u obsoletas con respecto a las del curso normal y si la sociedad dispone de un sistema de inventario permanente.

El auditor debe primeramente hacer una comprensión de estos procesos, que debe plasmar en sus papeles de trabajo y que sirven como trabajo previo antes de planificar pruebas de recuento de existencias.

También dentro del entendimiento del proceso, el auditor deberá cerciorarse de si la sociedad tiene una o varias ubicaciones o si la sociedad tiene existencias en custodia depositadas en el almacén de un tercero. Es parte del trabajo de planificación del auditor entender todas las ubicaciones donde la sociedad tiene existencias, para poder decidir en qué ubicaciones es más importante ir a realizar el recuento. Si es un cliente recurrente, el auditor deberá plantearse también realizar políticas de rotación de inventarios, para no ir siempre a las mismas ubicaciones y añadir incertidumbre y escepticismo profesional a sus procesos.

En el caso de que haya existencias en un tercero, el auditor puede remitir una circularización a estas ubicaciones, para recibir la confirmación de existencias depositadas allí, que le sirve como evidencia alternativa a no asistir él.

Durante el proceso de recuento, hay que tener en cuenta que, por la naturaleza propia de cada negocio, puede haber existencias que requieran unos métodos distintos de recuento o validación que otros.

Algunos ejemplos son
Existencias líquidas que se encuentren almacenadas en silos o soportes equivalentes:
El recuento de estos se suele realizar mediante la practica de un cubicaje, midiendo cuántos litros totales tiene el recipiente sobre el total ocupado.
Existencias que se encuentren en tránsito en el momento del conteo:
Puede haber existencias que se encuentren en el momento del conteo en tránsito, bien porque hayan sido vendidas o se encuentren en movimiento en otra ubicación. El auditor deberá hacer procedimientos complementarios para validar estas existencias.
Existencias que requieran el uso de un experto de la dirección de acuerdo con la NIA-620:
Por ejemplo, si nuestro cliente se dedica a la explotación ganadera, podemos necesitar el uso de un veterinario para determinar la raza de los animales que vamos a contar.

Pero ¿qué pasa si no podemos asistir al recuento? La NIA 501 recoge que se podrán realizar procesos de auditoría alternativos, como la inspección de documentación de venta posterior de determinadas partidas del inventario adquirido o compradas antes del recuento físico de existencias, no obstante, es altamente recomendable realizar siempre que se pueda el recuento de las existencias.

Por último, cabe destacar que en el caso de que no se pueda realizar ni el recuento ni algún procedimiento alternativo, la NIA 705 requiere que el auditor exprese en el informe de auditoría una opinión modificada como consecuencia de la limitación al alcance.  Por ello, la importancia de planificar correctamente un inventario y realizar adecuadamente es vital en este tipo de auditorías.